Noviembre

¿Me quieres?, me preguntan tus ojos a menudo…

¿no te da una respuesta mi mirada?

¡Ojalá inexpresiva hasta ahora hubiera estado,

y tú en ella el primero leyeras el amor!

Yo quisiera ser joven e inexperta, y que fuera

del amor la primera palabra sólo tuya.



Muerta yo para el mundo y para estímulo

estaba, y me ha obligado tu vista a nueva vida:

Contaba, retraída, los días del corazón,

y sólo para ti me atrevo a la existencia;

en una nueva vida solamente

tú serás mi primer y último amor.


(Año 1, Cuaderno 17)

OTTILIE VON GOETHE



5 comentarios:

dulce dijo...

Que así sea... para siempre. atm.

Hamartía dijo...

Para siempre: mi primer y último amor.
Atm

Emy dijo...

Gracias por abrirnos la puerta de tu otra casa, Javi.
El primer y último amor… sin duda los que dejan más huella en la memoria, no sé si atreverme a decir también en el corazón. Pero si ambos son el mismo, por supuesto, al ser el Único, nada puede compararse con su magnitud.
Otro abrazo para ti, desde la costa mediterránea ;)

Hamartía dijo...

Hola Emy, bienvenida a esta casa.

En todos los amores que pasan por la vida siempre hay uno que sobresale. El último es para mí el más intenso, el más sentido, porque más que nada uno sabe que es el último. Los amores pasados, son pasados porque fueron efímeros, porque les faltó algo; el que permanece es el único que merece la pena, y sólo el último puede permanecer porque significa que nunca se podrá amar a nadie más.

Un abrazo, Emy.

dulce dijo...

El último amor, el amor perfecto.