En la época
de nuestros padres y abuelos la enseñanza en las escuelas era algo magnífico;
quién si no se acuerda de cómo nos recitaban de memoria todo el mapa físico de
nuestro país, e incluso eran capaces de recitar versos completos de poetas
místicos, que hoy día son impensables para los niños del presente.
Han cambiado
mucho las cosas de atrás para ahora; es cierto que en los libros de texto se
encontraban temas que para nuestra actualidad democrática no son aptos, pues
realzaban los valores dictatoriales y la hegemonía del hombre sobre la mujer,
no sin subrayar que éramos directos descendientes de Adán y Eva, prohibiéndose
tocar el tema del origen de las especies.
Todo tiene su
parte positiva y negativa en esta vida; ya se ha abierto el plano cultural a
los pequeños (y no tan pequeños), reconociéndose la pluralidad de nuestro
propio país e intentado crear una mente abierta en el respeto de todas las
religiones que existen en el mundo (esperemos que esta enseñanza no se quede en
el olvido con el nuevo gobierno).
La parte
negativa, la más importante y que hay que mejorar, es que muchos de los alumnos
que llegan a la secundaria tienen problemas de lectura y comprensión de textos;
hasta jóvenes universitarios han mostrado estas carencias en carreras de
letras. Lo peor es que para algunos políticos, la solución está en radicar el
problema prohibiendo a estos jóvenes el acceso a estudios superiores, sin
reparar en el hecho de que no son culpables de este mal aprendizaje, sino
víctimas de un sistema educativo que tiene sus días contados, y no precisamente
porque se vaya a recuperar, sino porque terminará pereciendo definitivamente.
La última
noticia es que 450 colegios concertados de la Comunidad Valenciana corren el
riesgo de ser cerrados a causa de impagos de la Generalitat; a esto se debe
sumar la amenaza por parte de la mayoría de los gobiernos de las comunidades
autónomas de no convocar oposiciones para el presente año, así como los
maestros y profesores interinos que están siendo echados a la calle, más lo que
se estiman que ocuparán las listas del paro.
Señores
políticos, mientras ustedes ven un ahorro inmediato en las sacas del Estado
tras los recortes en Educación, los que sabemos un poco del sistema educativo
actual vemos un cataclismo futuro y generaciones perdidas de jóvenes que va a
conllevar a una mayor crisis en la productividad de este país y la destrucción
de libertades. De sobra es sabido que no hay mayor libertad que la que produce
el intelecto.
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